El 23 de octubre marca una fecha dolorosa para muchos panameños, quienes recuerdan con tristeza la trágica muerte de 18 personas en el incendio del bus 8B-06, de la ruta Mano de Piedra-Corredor, en 2006. El accidente ocurrió en La Cresta, Bella Vista, y sigue siendo una de las tragedias más impactantes del transporte público en Panamá.
Luis Contreras, uno de los 25 sobrevivientes que sufrió quemaduras de primer y tercer grado en el 68% de su cuerpo, ha pasado por 17 intervenciones quirúrgicas desde aquel fatídico día. “Es un dolor que no se olvida”, señala Contreras, quien aún lucha con las secuelas físicas y emocionales del incidente.
"Hoy recordamos a las 18 personas, incluidos niños, que perdieron la vida en un hecho que nunca debió ocurrir", comenta Contreras con pesar. A pesar de la tragedia, señala que el sistema de transporte no ha mejorado de manera significativa en los últimos 18 años. "El metro es mi única opción hoy en día", añade, mientras espera que el gobierno tome medidas urgentes para mejorar la seguridad en el transporte público.
Aunque el conductor y el propietario del bus fueron condenados, Contreras y otros afectados critican la falta de responsabilidad de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) y del Banco Nacional. En 2008, una demanda presentada en Estados Unidos contra la empresa Northcutt INC, que vendió el gas refrigerante usado en el bus, resultó en una indemnización, aunque los detalles financieros permanecen confidenciales.
Este 23 de octubre, familiares y amigos de las víctimas realizarán una misa en la Iglesia Don Bosco y una caminata hacia La Cresta para honrar la memoria de los fallecidos, pintando 18 corazones azules como símbolo de su recuerdo.
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