El año 2024 cerró con un alarmante registro de 22 homicidios en la provincia de Chiriquí, superando los 21 casos reportados en el 2023. Esta creciente ola de violencia ha generado temor e indignación en la población, que exige mayor vigilancia y medidas efectivas para garantizar la seguridad.
Crímenes que marcaron el 2024
Uno de los casos más impactantes ocurrió el 3 de diciembre, cuando Herbert Hils, de 47 años, fue asesinado en su residencia en la barriada 6 de Agosto, en Volcán, Tierras Altas. Según testigos, varios individuos ingresaron a su vivienda y le dispararon repetidamente, provocándole una grave laceración craneal que le costó la vida.
Por este hecho, las autoridades detuvieron a un adulto y mantienen la búsqueda de tres menores presuntamente involucrados en el ataque.
Otra tragedia tuvo lugar el 7 de diciembre, cuando Gabriel Ábrego, de 25 años, falleció tras intentar agredir a otro hombre con un arma de fuego. Durante el forcejeo, la víctima logró arrebatarle el arma y dispararle en defensa propia.
El 30 de diciembre, Einar Franceschi, de 18 años, y Maykel Pineda, de 21, fueron atacados a balazos en el vertedero municipal de David. Aunque ambos sobrevivieron, el incidente dejó en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades frente a la violencia armada.
Preocupación y exigencias de la comunidad
Los residentes de Chiriquí, conocida como el "Valle de la Luna", expresan su temor ante el aumento de la criminalidad. Exigen a las autoridades locales y nacionales reforzar la seguridad en la provincia mediante la implementación de estrategias más efectivas, como el aumento de patrullajes, instalación de cámaras de videovigilancia y una mayor presencia policial en las zonas más afectadas.
“La seguridad debe ser prioridad. No podemos permitir que nuestra provincia se vea invadida por la violencia”, expresó un líder comunitario durante una reunión vecinal en David.
Un llamado a la acción
El incremento de homicidios en Chiriquí subraya la urgente necesidad de que las autoridades trabajen en conjunto con la comunidad para garantizar la paz y la seguridad en la región. Los chiricanos esperan que el 2025 traiga consigo soluciones efectivas para devolverle a la provincia la tranquilidad que la caracteriza.
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