La provincia de Chiriquí continúa sufriendo las consecuencias de las tormentas Rafael y Sara, con un impacto significativo en su población e infraestructura. Según datos del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), hasta el momento 1,184 personas han resultado afectadas, de las cuales 666 permanecen en los 10 albergues habilitados en la región. Además, se reportan 198 viviendas con daños severos.
La crisis se agrava en comunidades como San Bartolo Límite y La Choroca, en el corregimiento de Palmar, distrito de Barú. Estas áreas permanecen incomunicadas debido a hundimientos en carreteras y daños en residencias. En respuesta, personal del SINAPROC, junto con la Junta Comunal de Palmar y la Gobernación, ha entregado asistencia humanitaria a 51 familias afectadas.
En el corregimiento de Hornito, distrito de Gualaca, la comunidad de Fortuna enfrenta una situación similar, con el colapso de una carretera clave. A nivel provincial, se han registrado 72 deslizamientos de tierra, 44 árboles caídos que bloquean vías, 11 árboles que dañaron viviendas, y 184 casas afectadas por inundaciones. También se reportan cuatro viviendas destruidas por deslizamientos y tres operaciones de rescate que lograron salvar a ocho personas en las áreas de Boquete, Cochea y Tierras Altas.
Las autoridades continúan trabajando para restablecer la conectividad y brindar apoyo a las familias damnificadas. Mientras tanto, la población permanece en alerta ante las lluvias persistentes y el riesgo de nuevos desastres.
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