El distrito de Tolé, está ganando relevancia como un nuevo destino turístico, gracias a los esfuerzos de un grupo de emprendedores y empresarios locales. Estos emprendedores, entre los que se encuentran dueños de hoteles, microempresarios y propietarios de fincas agroturísticas, han unido fuerzas para promover un plan turístico enfocado en el desarrollo rural, la generación de empleo y el fortalecimiento de la economía local.
Enoris Aguirre, una de las impulsoras del proyecto, destacó que Tolé es una región rica en cultura y naturaleza, pero con muchos de sus atractivos aún desconocidos para el público. Quebrada de Piedra, por ejemplo, ofrece vistas de la costa de Tolé y de islas como Silva Adentro, Silva Afuera, Morro Negrito y Morro Naranjo. Además, Playa La Ensenada es otro de los tesoros naturales de la región.
El empresario Carlos Chacón, propietario del Hotel Villa JJ, destacó que Tolé posee paisajes únicos de montaña, ríos y quebradas, y es un lugar donde se puede disfrutar de la naturaleza, el turismo de aventura y la cultura autóctona. En Tolé, se producen artesanías típicas como chaquiras, chácaras y naguas.
Entre los atractivos más destacados de la región se encuentran las cascadas del Salto de la Iguana, visibles desde la vía Panamericana, el lago artificial de la represa del río Tabasará y el Cerro Viejo, desde cuya cima se puede disfrutar de una vista panorámica del mar y la cordillera.
Los empresarios locales también buscan mejorar el acceso a sitios de interés como la Fuente de Santa Ana, conocida por sus propiedades medicinales, y esperan que el turismo impulse la construcción de facilidades para los visitantes. Además, cada año en marzo, se celebra la Feria Artesanal y Autóctona, un evento que reúne a la comunidad y exhibe lo mejor del arte y la cultura de Tolé.
Con estos esfuerzos, Tolé se perfila como un epicentro turístico desde el cual los visitantes pueden explorar tanto playas como montañas, destacando por su belleza natural y su riqueza cultural.
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