La tranquilidad del sector de Alto Chorro, en Chiriquí Grande, provincia de Bocas del Toro, fue interrumpida de manera trágica la noche del miércoles. Darío Miranda, un celador de 35 años, fue brutalmente asesinado mientras cumplía con su jornada laboral en la construcción de una planta potabilizadora.
Dos sujetos encapuchados irrumpieron en el lugar, donde sin mediar palabras, dispararon nueve veces, impactando a la víctima en siete ocasiones. Miranda, quien llevaba apenas dos semanas en el puesto, falleció en el acto.
Un crimen que conmociona a la comunidad
El celador, oriundo de la misma comunidad, no tenía antecedentes delictivos. Ahora deja en la orfandad a cinco niños, mientras su familia y vecinos exigen justicia ante este hecho que pone de manifiesto la inseguridad en áreas de difícil acceso.
La construcción de la planta potabilizadora, un proyecto valorado en $37 millones, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de más de 12 mil habitantes de las comunidades de Rambala, Punta Peña y Cañazas. Sin embargo, el asesinato de Miranda ha generado preocupación sobre la seguridad en el sitio de la obra.
Investigación en marcha
La Policía Nacional y el Ministerio Público han iniciado las investigaciones para dar con los responsables de este hecho. En el lugar se encontraron casquillos de calibre 9 milímetros como única evidencia del ataque, mientras los perpetradores lograron escapar.
La comunidad de Alto Chorro está consternada, no solo por la pérdida de un vecino trabajador, sino también por la sensación de vulnerabilidad que queda tras el violento incidente. "Exigimos justicia para Darío y medidas para proteger a quienes trabajan en estas zonas", expresó uno de los moradores.
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